domingo, 6 de octubre de 2013

Exasperación


Todos los días iguales, no es depresión, es desesperación. La desesperación propia de un ser que sabe que no hace lo que debe, su vida es como la moral del mundo, una contradicción absoluta. Se da cuenta de la hipocresía del mundo “civilizado” lleno de “intelectuales” que solo se preocupan por sobresalir y ni siquiera buscan la expresión de su corrompido ser. El arte se convirtió en una forma más de hacer dinero, lo cual resulta evidente cuando no surge nada nuevo  y  arriesgado. Ahora se piensa que lo que se hace debe encajar y agradar en esta sociedad tan “exigente”, cuando lo único que se debe buscar es expresar, el agrado, el placer o el fastidio deben ser consecuencias y por lo tanto no deben influir en ningún momento. Lo que existe ahora es  una copia influenciada por aquellos que alguna vez fueron artistas, pero a la vez corrompida por este mundo capitalista que envuelto en su ignorancia es tan cínico en utilizar esta mediocridad de arte como una manera para de separarse y distinguirse del burdo hombre común cuyos gustos y preferencias son manipulados por los medios.

6 comentarios:

  1. Es sencillo, o lo parece. Un ser que ha alcanzado el más esquivo recodo del conocimiento. Y conocer, duele, vaya si duele. Pero es lo que hay.
    Abrazos, siempre

    ResponderEliminar
  2. Interesante entrada para ser la primera que leo de tu blog. Me "atrapó" bastante. Te sigo!

    ResponderEliminar
  3. Aguna vez leí en un libro La desesperación, engaña al desesperado.
    Bonito textos, bonito blog. Te sigo.
    Te invito a vistar mi espacio http://eldiariodedanielamay.blogspot.mx/
    Saludos n_n

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. (Eliminé el comentario porque redacté mal una parte).
    Repito:

    Hola Daniel. Hace tiempo no leía tu blog.
    Estoy plenamente de acuerdo con lo que dices. Siempre he creído que muchos "intelectuales" sólo se preocupan por sobresalir y autoexhibirse sin ir acorde a lo que pasa en su interior, por miedo a la vergüenza, a la crítica, a que digan que todo lo que hacen no es nada nuevo sino una copia de lo que alguien, mucho antes, ya había hecho. Son muchos factores, y creo que por naturaleza somos inseguros y que, en cierto modo, buscamos la aprobación del resto.
    Se me vino a la mente Dalí, creo que calza con el tipo de personas que describes acá. No niego que fue un hombre talentoso, aunque nunca me agradó, no lo culpo por haberse vendido y ser un narcisista de mierda, también se vio influenciado por el capitalismo, la necesidad de fama, de gloria, de querer ser "distinto" para destacar, pudiendo hacerlo sólo con sus capacidades y no recurriendo a esa imagen prefabricada que hizo de él mismo a lo largo de su vida. (Lo mismo pasa con algunos músicos y escritores). En la actualidad hay muchos ejemplos de ello.
    No sé si el mal de este siglo es la falta de originalidad, o el ser "original" se refleja mostrando extravagancias con un tinte "pseudoconceptual" que no tiene nada de profundo. De todas formas siempre hay personas que destacan mostrando lo que hacen, no buscando agradar a masas y masas de gente desorientada que no sabe lo que quiere, sino que haciendo lo que les gusta, sin importar si eso los lanza o no al ansiado estrellato.
    Un abrazo, ¡qué estés bien!

    ResponderEliminar